Entrevista Presidente Anarcich - Alberto Cancino

Las radios comunitarias permiten ejercer la libertad de expresión
Instituto de la Comunicación - Universidad de Chile - 05 de setiembre 2007
Mientras en el mercado de la radiodifusión comercial el debate está en la publicidad, en las compras de emisoras y en las inversiones millonarias, las radios comunitarias esperan que se discuta pronto en el Congreso el proyecto de ley que modificará sustancialmente su existencia. Así, por lo menos, lo cree Alberto Cancino, presidente de la Asociación Nacional de Radios Comunitarias y Ciudadanas de Chile (ANARCICH). A su juicio, la nueva normativa permitirá corregir una serie de trabas técnicas y jurídicas que impiden el normal funcionamiento de estos medios de comunicación.


Para Cancino, las radios comunitarias se enfrentan a tres serios problemas: “la potencia que se nos entrega para funcionar, el tiempo de concesión, que es apenas de tres años y tenemos que renovar continuamente, y la no apertura de concursos públicos en comunas que lo requieren. Esto, porque existen varias empresas privadas que postulan y se llevan las concesiones, dejando a un lado a los centros culturales o a las organizaciones comunitarias”.

Agrega que existen “muchas cadenas grandes que están adquiriendo las radios de baja cobertura para hacer los enlaces y así para abaratar los costos, pues de otro modo tendrían que formar radios regionales. También existen dificultades que se relacionan con aspectos técnicos y jurídicos. Por ejemplo, nunca hemos sido reconocidas como radios comunitarias, sino que nos califican como radios de mínima cobertura, pero nosotros seguimos apelando a que debe haber un reconocimiento formal a nuestra labor. De hecho, la nueva ley que se discute habla de la radiodifusión comunitaria, pero mientras tanto nos llaman mínima cobertura”.

- ¿Y cuántas radios de este tipo existen?

- Según la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), a marzo de 2007 existen 370 radios, de las cuales 250 están al aire y las restantes son sombras que el operador comercial adquirió para evitar la competencia en algunas comunas.

- ¿En qué está el proyecto de ley para regular estas situaciones?

-Se nos señaló que a comienzos de septiembre el proyecto será enviado al Congreso. Nosotros hemos participado activamente en el debate de esta ley, hemos acordado algunos asuntos con la Subtel y también hemos discutido con la gente de ARCHI (Asociación de Radiodifusores de Chile) por algunos temas que están expuestos ahí.

- ¿Qué esperan concretamente las radios comunitarias de esta ley?

- Pretendemos mejorar todas las prácticas discriminatorias, en lo técnico y jurídico, a las que son sometidas las radios comunitarias. Tratamos de asegurar que las radios comunitarias tengan una cobertura más allá de la comuna, por lo tanto, queremos 25 watts de potencia con una antena de 18 metros. El límite de transmisión es la comuna, pero queremos traspasar esa norma, entonces, al operar con 25 watts en zona urbana se pueden cubrir perfectamente dos comunas. A nivel de regiones se puede postular hasta 40 watts de potencia y en zonas fronterizas o en zonas indígenas se pueden presentar iniciativas por mayor potencia. Otro aspecto considera que en vez de tener tres años de concesión vamos a tener 15 años, además se establece que el titular de la concesión tiene que ser una organización o personalidad jurídica de carácter comunitario, cuyo estatuto demuestre su trabajo por largo tiempo en la comuna. No van a poder participar instituciones con fines de lucro. También es relevante la concesión de publicidad regulada en el marco de la comuna que está en discusión, pues la ARCHI se opone a esta norma, pero nosotros seguimos apelando a que las radios comunitarias necesitan algún sustento económico para funcionar.

- ¿Tienen algún apoyo parlamentario comprometido?

Si tenemos. Varios diputados y senadores están de acuerdo con nuestra propuesta, ya que ellos mismos han comprobado la importancia de una radio comunitaria en su distrito o región. Considerando el panorama de la radiodifusión chilena, donde los grandes conglomerados también se apoderan de las radios regionales difundiendo solo contenido de la capital, las radios comunitarias son fundamentales.

Libertad para expresarse

- En ese sentido, ¿cuál es el aporte de las radios comunitarias al ejercicio de la libertad de expresión?

- Son relevantes, principalmente, porque le estamos otorgando un espacio al ciudadano para que ocupe un medio comunitario y ejerza su derecho a la libre expresión. Así desarrolla su rol ciudadano a través de las diferentes formas de participación que brinda un medio comunitario. Es un medio que presta un servicio público, estamos recobrando el rol público de la radiodifusión en Chile. Necesitamos que las radios promuevan contenidos locales, creemos que es la fuerza que tienen estos medios, pues seguir repitiendo la agenda oficial no es su responsabilidad. La radio también es una agente de fiscalización sobre la municipalidad y sobre las distintas instituciones públicas locales.

- ¿Conocen empíricamente el impacto de una radio comunitaria. Existe más cercanía, genera identidad?

- Conocemos el diálogo social que producen las radios comunitarias entre los distintos miembros de la comuna o de la localidad. No tenemos estudios precisos al respecto por falta de financiamiento, además las universidades no se interesan por este tema y creemos que es una de las debilidades de nuestro sector, porque se hace necesario este tipo de análisis. Ahora, solo podemos medir el impacto a través de la participación en los eventos públicos organizados por la radio.

- ¿Cómo funciona una radio comunitaria?

Siempre es un grupo local que está interesado en dar a conocer sus actividades, esa es su primera inquietud. Luego van generando redes y producen un contenido social bastante importante. Es un espacio de encuentro donde se agrupan y reconocen distintos actores sociales. Es una invitación a la participación ciudadana.

- ¿Cuáles son los costos de instalar una radio comunitaria?

- Se necesitan tres millones de pesos, pero las dificultades mayores están dadas en la regulación. Por ejemplo, ahora en la Región Metropolitana ya no se pueden instalar radios comunitarias, las concesiones están copadas. No hay concursos para las licitaciones, esperamos que con la nueva ley lleguen nuevas oportunidades. En la radiodifusión tiene que haber más diversidad, más pluralismo, la ciudadanía debe expresarse. Los esfuerzos son enormes, más de 10 mil voluntarios hacen radio y ejercen sus derechos a la libertad de expresión y a la información.

- Pero a veces existe una clara vinculación entre el municipio y la radio, lo que entorpece su libre funcionamiento...

- Esa es una debilidad, porque cuando pertenecen a una municipalidad lo que hacen es reemplazar al diario comunal, que es el medio del alcalde. Nosotros apelamos a que las radios tengan libertad y autonomía para moverse, de hecho, la nueva ley considera que los titulares de los derechos no sean los municipios.

- ¿Existe la certeza de que puedan existir nuevas radios si se aprueba la ley como ustedes quieren?

- Claro, porque se superarían todas las regulaciones que ha impuesto la Subtel. En la Región Metropolitana existen frecuencias y se pueden instalar 3 o 4 emisoras por comunas. Todas nuestras radios están sometidas a la ley de general de Telecomunicaciones, la radio comunitaria no se improvisa, hay exigencia y permanentes fiscalizaciones...

- De hecho, han sufrido varios allanamientos...

- El 5 de diciembre de 2006 se allanaron 14 radios por orden del Ministerio Público. Se allanaron varias radios en Maipú y San Bernardo, con una importante presencia de carabineros con tanquetas y micros. Se desvalijaron a las radios, porque supuestamente estaban operando de manera ilegal, pero solo seis no cumplían con las normas.